jueves, 6 de abril de 2023
martes, 4 de abril de 2023
El cuervo”, de Allan Poe
Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
oyóse de súbito un leve golpe,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
espectros de brasas moribundas
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.
Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
y con suave batir de alas, entró
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”
Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”
Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”
Sobrecogido al romper el silencio
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de mis tristes fantasías una sonrisa;
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”
En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!
Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”
“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”
“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”
“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”
Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!
AVES EXTRAORDINARIAS EL LENGUAJE DE LOS CUERVOS DOCUMENTAL
domingo, 2 de abril de 2023
LA GENTE QUE ME GUSTA - Mario Benedetti
LA GENTE QUE ME GUSTA Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado. Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar. Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar. Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales. Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables. Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos. Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando se trata de alcanzar objetivos e ideas. Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido. LA GENTE QUE ME GUSTA Texto que se atribuye a Mario Benedetti
sábado, 1 de abril de 2023
Nostalgia, José Santos Chocano
Nostalgia, José Santos Chocano
Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.
Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Nostalgia de su patria, de su casa, de su espacio, de sus amistades y de una vida que ha ido perdiendo a lo largo de muchos años de viajes y conocimiento. El poeta inicia su poema en el que hay desaliento y un cansancio emocional. No tiene que ver con que fuera una vida rica en vivencias, sino que se refiere a las pérdidas de lo que dejó atrás mientras estuvo lejos.
Los dos siguientes versos hablan de lo negativo. El viajar constantemente no significa vivir ya que él mismo, como indican estas palabras, no ha podido formar un hogar debido a su ritmo de vida. Es como si de alguna manera esta imagen le atormentara y lo entristeciera.
En la tercera estrofa el poeta es consciente de lo poco que es y de lo equivocado que estaba cuando creía ser mucho más de lo que era. Echando la vista atrás hace un examen de conciencia de lo vivido y de los frutos que ha tenido.
En la cuarta estrofa el poeta prefiere un lugar donde estar, un espacio donde descansar y poder contemplar. Ya siente que es tiempo de detenerse y conocer lo que le rodea, empaparse de la casa, de las calles que recorren su localidad con sus sonidos, sus gentes, sus olores y sus sabores. Tiene una necesidad de asentarse y de tomar decisiones vitales.
La carretera en forma de serpiente es una metáfora. Un camino difícil tortuoso y con muchos obstáculos y que lo entristece. Hay nuevamente un deseo de volver a casa y estar con los suyos para poder pasar más tiempo con ellos. Y ese deseo no es sólo para poder disfrutar de su presencia, sino también porque quiere tener más tiempo para recordar lo vivido y poder transmitirlo y contarlo a los demás. Como conclusión, la vida es muy corta para poder conocerlo todo y la búsqueda de ese «todo», es muy cansada. Por eso es mejor vivir lo justo y poder compartirlo para recordarlo y para que los demás puedan disfrutarlo y enriquecerse.
Por eso la última frase es importante. El cansancio no es porque haya conocido poco, sino porque la vida es finita, porque no tenemos todo el tiempo del mundo para poder abarcar todo el conocimiento. Pero lo que si tenemos es la capacidad para transmitir lo que sabemos, para que quienes no pueden tener esa oportunidad, sepan lo que hay en otros sitios, lo que se sabe, lo que se conoce y compartirlo.
viernes, 24 de marzo de 2023
Donde quieras que te encuentres 69
Es por eso que Nunca...
Nunca rompas tu silencio si no es para escuchar una buena música...!!!
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Con la música hemos bailado
hemos llorado
hemos reído
hemos recordado
hemos besado
hemos amado
con la música vivimos .
Es por eso que Nunca...
Nunca rompas tu silencio si no es para escuchar una buena música...!!!
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https://youtube.com/@RadiosdeCtes
https://youtube.com/@fibproducciones
http://radiosdecorrientes.com.ar
Donde quieras que te encuentres
http://fibproducciones.com.ar
¡Es la recompenza de la vida que invita a vivir!
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Edición: fibproducciones
Es una produccion de:
Fernando Ismael Barrientos
domingo, 2 de octubre de 2022
CLASICOS de TODOS los TIEMPOS el dia 02 10 22
ROCIO PRANZONI Presento: CLASICOS de TODOS los TIEMPOS el dia 02 10 22
Hoy les traigo compositores del bajo, medio y alto barroco.
Este periodo histórico abarca desde 1580 a 1750.
Durante su primer periodo tenemos a autores como Palestina con su estilo antiguo para dar lugar a Purcell y Gabrielli, entre otros.
Durante el Barroco medio tenemos a Jean Baptiste Lully, Henry Purcell, etc.
Y finalmente el alto barroco a figuras destacadas como Haendel, Vivaldi y Bach.
Edición: fibproducciones
lunes, 26 de septiembre de 2022
CLASICOS de TODOS los TIEMPOS del día 25 09 22
ROCIO PRANZONI
Presento: CLASICOS de TODOS los TIEMPOS el día 25 09 22 El origen de la ópera tuvo lugar en 1600 y 1607. La primera bajo la autoría de Jacobo Peri con "Eurídice" y la segunda con Claudio Monteverdi con "Orfeo". Casualmente (o no) ambos toman el mismo mito en 5 actos (igual a la disposición clásica de las tragedias). Estas son consideradas las primeras operas de la historia. Los invito a disfrutarlas. Por: radiosdecorrientes.com.ar lavozdepoeta.blogspot.com fibproducciones.com.ar fibproduccion.wordpress.com Edición: fibproducciones